De la sensualidad apabullante
Publicado el 27 de Febrero de 2021 por Angel en Lo que dicen de míSe impone el primor y la belleza en los desnudos femeninos, que Fernández Saura expone en cafetería ‘El Sur’
Se impone el sentido de la estética en un contexto, que, sin saber por qué o conociendo exactamente las causas, para no pocos puede resultar escabroso. Junto a ese predominio de lo estético, son tomas colmadas de una sensualidad apabullante y de un hiperrealismo insuperable. Algo así podría afirmarse sobre las fotografías de desnudos femeninos, que un experto en el mundo fotográfico -sean desnudos, visiones de paisajes dilatados o de profundas simas- es capaz de captar con suma maestría, y sin la menor ofensa. Se trata del fotógrafo Ángel Fernández Saura, quien en cafetería ‘El Sur’, presenta una serie reducida de desnudos femeninos, en la que domina el primor, con tanta precisión como puede suceder con imágenes similares, pero surgidas de los pinceles de un gran pintor. Curiosamente, la mirada sobre la obra desnuda de un pintor o de un fotógrafo arranca desde muy distintos ángulos; y mientras a la de aquél se le asigna el calificativo artístico, la de éste parece envuelta por unos síntomas de corte más obsceno y artísticamente casi desestimado.
Fernández Saura lleva muchos años rodando por el atrayente mundo de la fotografía, y ha tenido ocasión de mostrar su filosofía sobre el desnudo femenino, una temática en la que conserva, sin embargo, el vigor y la pujanza de un incipiente en la materia. Ha sabido y sabe mantener en primera línea los síntomas de lo atractivo, y no se ha dejado arrastrar por ningún indicio de monotonía. Y siempre ha imperado la perfección, hasta el punto de que estamos ante fotografías de desnudos, que podrían servir como auténticos modelos para ser convertidos en esculturas, con el máximo aroma perfeccionista de lo clásico. Es una sucesión de poses llenas de delicadeza, aunque, por supuesto, no pueden faltar unos reflejos sexuales, que, si faltaran, teñirían ese ambiente desnudo de apariencia, pero no de autenticidad.
No puede hablarse de situaciones forzadas; lo que domina es un sentido natural y espontáneo de las posiciones, incluso un recogimiento que cualquiera, hombre y mujer, ha experimentado en no pocas ocasiones, a lo largo de su vida, en los mejores momentos de relajamiento y de requerido abandono. Fernández Saura trabaja en este mundo de la espontaneidad, porque para él la captación de desnudos femeninos es otro paso, uno más, y sin aspavientos, dentro de su mundo como fotógrafo, dispuesto a resolver cualquier tipo de problemas con la máxima franqueza.
Podría decirse, sin exagerar, que esta serie -‘6NU’- sirve no para descubrirnos nuevas aventuras del autor, pero sí para profundizar en un género que para él siempre ha sido un compromiso, porque, entre sus obligaciones artísticas, se encuentra la superación de su trayectoria desnudista y ampliar la elegancia de los cuerpos echados o erguidos, hasta inyectarles unos síntomas de belleza, que no siempre se pueden captar y transformar.
Pedro Soler