El mítico fotógrafo ÁNGEL FERNANDEZ SAURA me hace un retrato
Publicado el 16 de Enero de 2022 por Angel en Lo que dicen de míSiempre es una experiencia interesante que alguien te haga un retrato.
En pintura es una maravilla, y como mi mejor amigo, Fernando Camarero, alias TIZÓN, era pintor, yo he tenido la suerte de vivir la experiencia muchas veces.
En fotografía es diferente, y quizás se podría pensar que cualquiera puede hacerlo: marcarse un retrato. Al cabo hoy en día todos llevamos una cámara en el bolsillo y disparamos a diestro y siniestro al menor pretexto. Pero es mentira que cualquiera sea capaz de hacer un verdadero retrato fotográfico. Cuando en un reportaje o en una entrevista me encuentro con un fotógrafo de calidad, con un artista de la cámara, lo disfruto enormemente y lo agradezco. Pero hasta la fecha nunca me había pasado que un fotógrafo me llamara expresamente para retratarme. Ha sido el caso con Saura.
Está preparando una ambiciosa exposición de retratos, su gran especialidad, y me escribió para decirme que le gustaría contar conmigo.
Le dije que sí inmediatamente, por supuesto y encantado.
La mayoría de los retratados son infinitamente más famosos que yo, basta citar a Prince o Santana para hacerse una idea del nivel de la exposición.
Me hará enorme ilusión verme entre tantos rostros conocidos, pero ya fue una experiencia increíble que Ángel Fernandez Saura viniera a buscarme a casa y me llevara hasta la Torre Guil lpara hacerme el retrato del modo en el que había pensado.
Que se vean las manos. Inclinate un poco más hacia la izquierda. Sube un poco más la mirada…
Lleva un trípode alucinante, creo recordar que era de marca Rollei, ligerísimo de peso y con un juego de articulaciones deslumbrante. Y dos cámaras que va alternando.
La luz nos acompaña, porque está nublado y no es necesario utilizar un reflector.
Se pausa una y otra vez, me cambia de sitio, se mueve, se detiene, piensa, ajusta la cámara y modifica la profundidad de campo, coge la otra cámara, vuelve a la primera…
Ahora ponte allí. Apóyate un poco en el árbol. Ese pie un poco más avanzado. La mano más alta, en los escritores son muy importantes las manos. Aguanta un momento.
Click click click…
Estamos casi una hora, pero ni me entero de los minutos; lo paso genial.
Al terminar hablamos largo de los viejos tiempos: cuando nos conocimos en Murciatown. En Murciatown pero a través de Nueva York, pues mis embajadores en Murcia a donde llegué como subdirector de Comercio, fueron Ángel Haro y Paco Salinas, a quienes había conocido en Nueva York pues habían ido a hacer un reportaje de moda y yo estaba rodando allí una película, mi segundo largometraje: THE LONG HELLO.
Ya es de noche cuando nos separamos, después de haber visto juntos y comentado muchos de los magníficos retratos que conformarán la exposición y que Ángel hace desfilar para mí por la pantalla de su móvil.
Están todos MIS INMORTALES de aquella Murcia, y en particular muchísimos músicos, desde los Fanáticos a los Bluesfalos de Emilio Chicheri, pasando por los Nanos, los Murciálagos (luego M-Clan) y muchísimos otros.
Cuando vivía en MATAALREY tenía una columna semanal en un periódico titulada MURCIA ES IGUAL QUE NUEVA YORK, pero al terminar de ver las fotos de Saura, muchas en magnífico blanco y negro, no pude evitar pensar que a lo que se parecía en realidad la Murcia en aquellos años, finales de los 80 y principios de los 90, era a Liverpool, al Liverpool de los Beatles. Qué cantidad increíble de músicos originalísimos y llenos de alegría de vivir.
Larga vida al gran Ángel Fernandez Saura y la mejor de las suertes para su gran exposición. Va a ser un increíble espectáculo.