Boceto de Oda para el artista fotógrafo Ángel Fernández Saura

Publicado el 30 de Mayo de 2011 por Angel en Poemas | Lo que dicen de mí

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Sin más problema que el tiempo que habría de emplear en ello, bien podría convertir estos versos libres, aun con alguna que otra rima interna, en perfectos endecasílabos blancos, que loasen con más belleza formal a quien en ellos se mienta. Pero no quiero. Al modo en que cierta tendencia del arte moderno considera y propone el inacabado como inquietante expresividad, así quiero yo cantar la fuerza de los retratos de AFS. Igual que las esculturas que dejan la piedra virgen e informe como basamento de la efigie, así quiero yo cantar a artista fotógrafo. Cuidé la comunicación fluida de los versos y nada más. Todo al servicio del fondo temático, nada al de la forma métrica tradicional.
Podría pensar algún malintencionado que esta crónica no es sino reclamo para ser retratado por AFS. No hay nada de eso. No resultó natural que me retratara en aquellos mágicos 80… O mejor, fue natural que no me retratara entonces. Y, consecuentemente, igual ocurrirá ahora, pues sería inducido, provocado, artificioso. Únicamente lo natural fluye. Lo construido por estrategia bastarda, indigesta.
Conocí a Ángel en los tiempos infantiles de La Glorieta, cuando los primeros 60. Ya estamos en los 10 de la centuria siguiente. Luego de 50 años, un abrazo, Ángel.

Santiago Delgado

Yo, que nunca fui retratado
por Ángel Fernández Saura,
que nunca vi gastada mi alma
por su objetivo de terrible
objetividad realista y pura…

Yo, que jamás atravesé
troncónicamente disminuido
por la luz de su obturador
abierto en instantáneo segundo…

Yo, que aún tengo mi alma
absurdamente entera
y no bien gastada, con honradez,
por sus fotografías mágicas…

Yo, en verdad, en verdad os digo
que echo mucho de menos,
-precisamente por no haberla tenido nunca-
aquella disminuida alma
que él me pudo gastar al retratarme.

Y habré de llegar a viejo,
con toda mi alma a cuestas,
sin tener fuera de mí aquel sobrante
del que su máquina y su arte
pudo en aquellos tiempos librarme.

Sólo me queda recordar
a los amigos de entonces
cómo eran recortados
de sus sobrantes de alma,
y mirarlos ahora,
con un alma ajustada
a su ser y a su existencia,
íntegramente por entero en un todo
más equilibradamente perfecto
que cuando antes, cuando
aquella madurez nuestra,
experimental y reciente,
iba pidiendo a gritos ser recortada.

Justo, al mismo modo
en que algunos indígenas sabios,
de los que aún quedan por el mundo,
creen, o saben, que con la fotografía,
los occidentales les gastan el alma.

Dia de difuntos

Publicado el 21 de Mayo de 2011 por Angel en Poemas | Lo que dicen de mí

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ZOOILÓGICO

Publicado el 19 de Mayo de 2011 por Angel en Lo que dicen de mí

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La fotografía es abstracción de la realidad y por más verismo que se persiga cualquier intento de objetividad que se realice detrás de una cámara está condenado a ser malogrado. Aún en su faceta más documentalista la fotografía es abstracción de la realidad, extracción de fragmentos de su entorno espacio temporal, que son aislados de las circunstancias que los envuelven y configuran su esencia, para pasar a convertirlos en un refrendo icónico reconstruido, en una visión subjetivamente re-presentada, una simulación de lo real. La fotografía es artificio, el arte es artificio.

Las imágenes del Zooilógico de Ángel Fernández Saura indagan en la vieja aspiración proveniente del espacio ilusionista del teatro griego de duplicar la realidad como las uvas de Zeuxis de las que iban a picotear los pájaros, el ilusionismo espacial de la perspectiva geométrica renacentista, la tramoyística o los espejos barrocos. Las tecnologías de la imagen que se han ido desarrollando desde la invención de la fotografía han supuesto un gran avance en el ilusionismo, en la construcción de realidades virtuales y mundos alternativos que figuran realidad. Cuanto más se desarrolla la tecnología más se perfecciona el ejercicio de la simulación. Al igual que se suplanta la realidad por su imagen, para aproximarle al espectador un mundo exótico o remoto, un lugar inaccesible que es reconstruido para que experimente una vivencia que no le es próxima o adquiera un conocimiento, el fotógrafo se ha aproximado a un museo de historia natural que no más que una duplicación hiperrealista de las apariencias del mundo visible, es una ilusión fantasmal, una simulación de la vida que nos permite viajar con la mirada desde la inmovilidad.

La fotografía de Ángel Fernández Saura desde aquellas en las que extrae fragmentos de tipo constructivo en las arquitecturas y paisajes urbanos, hasta aquellas de inspiración natural en las que los motivos son detalles sobredimensionados, pasando incluso por sus desnudos femeninos, ha manifestado una marcada inclinación hacia la abstracción. Pero lo que en otros trabajos anteriores era serenidad, equilibrio compositivo, en las imágenes de esta serie se convierte en tensión representativa al plantearnos un mundo a nivel perceptivo realista, pero que es tan simulación como pueda ser una demostración de realidad virtual. Saura nos presenta fragmentos de una naturaleza muerta y domesticada que es puro artificio como un imperecedero y bello bodegón de apetecibles frutos de cera y olorosas rosas de plástico, en el que el paisaje es un perfecto decorado en el que las bestias detenidas posan para el fotógrafo amablemente, en instantáneas imposibles. La sensación que produce este Zooilógico es extraña y paradójica, paraíso artificial donde no se siente el viento mecer las ramas de los árboles y el agua del arroyo sin estar estancada no corre.

Julián Pérez Páez